He leído señalamientos (en ciertos blogs) en cuanto a que los cristianos "se han alegrado" y "han celebrado" la muerte de este joven. Particularmente no creo eso.
Ningún cristiano se puede alegrar de estas cosas. Son casos muy lamentables. No bailamos en la tumba de los que perecen sin Cristo, si eso lo que quieren decir. Por lo general, uno opina con la información que tiene a la mano. Simple.
Sin embargo, me pareció de muy mal gusto que una iglesia tenía pensado "protestar" en el funeral de Heath. No sé si al final se retractaron.
Al momento de escribir esta esquela, no celebré la muerte de Heath, solo me llama la atención el oscuro mundo de Hollywood, donde a pesar de belleza, dinero y fama la gente parece tan infeliz.
Simplemente eso.
Heath Ledger, conocido por sus papeles en "El Patriota" y "Brokeback Mountain" (El secreto de la Montaña) fue encontrado muerto en su apartamento en Manhattan. A su lado se encontraron fármacos, por lo que se presume sobredosis.
Una victima más del oscuro mundo hollywodense. Siempre tendremos que preguntarnos, ¿que hace que personas atractivas, adineradas y famosas sean tan infelices? ¿Por qué cambian de matrimonios o pareja como cambiar de zapatos? ¿Por qué la mayoría busca refugio en el sentenciado mundo de las drogas? Recuerdo lo enfermo que me sentí cuando vi un trailer de la famosa película "Secreto de la montaña", donde dos vaqueros homosexuales se demuestran su "amor".
A través del tiempo, la historia se sigue repitiendo una y otra vez. Tal parece que por pertenecer a ese mundo de pecado hay un precio que pagar. Y para muchos, es un precio muy alto, imposible de llevar.
Aunque en la industria del cine se consiguen algunos actores cristianos, como Kirk Cameron, se puede notar que a ellos se les margina y se les contrata muy poco; ya que no llenan los "requisitos" de la industria.
Seguiremos viendo este tipo de casos. No todos ellos mueren. Algunos artistas logran proyectar un máscara de felicidad que muy pero muy pocos sienten en verdad.
Una vez más, se cumple la Escritura cuando dice:
"Porque, ¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?" Marcos 8:36.37