08 febrero 2008

Si hubiese dos Caminos...

Tres conductores estaban aspirando a un puesto en una importante empresa. Al primero de ellos se le pregunta: Usted está conduciendo en una carretera amplia. A cierta distancia aprecia que hay una curva con un precipicio. ¿A qué distancia usted cree que le podría pasar, según sus habilidades de manejo?

El avezado chofer, pensando en impresionar a su entrevistador responde:

- Soy un conductor muy habilidoso. Calculo que podría pasar a un metro de distancia del precipicio sin problema.

Al segundo aspirante se le pregunta lo mismo y este responde:

- Soy un conductor muy habilidoso. Calculo que podría pasarle a unos dos metros sin problemas.

Finalmente, se le pregunta al tercero y éste responde:
- Soy un conductor habilidoso, pero para mí, mientras más lejos le pase, sería lo ideal.

¿Sería muy difícil saber a quien se le dio el trabajo? Creo que no.
Por supuesto que al tercero. Pues éste prefirió la seguridad de sí mismo y sus acompañantes.

Ahora, supongamos que hay dos caminos para llegar al cielo: un camino angosto, y otro que, aunque no llega a ser muy amplio, supera al camino angosto sustancialmente. ¿Por cual camino te decidirías en tu transitar por esta vida?

Creo que aquel camino angosto que una vez nos describió el Señor en Mateo Cap. 7 ha sido considerablemente "ampliado" por personas inescrupulosas y por otros que no hemos tenido el discernimiento para diferenciar entre lo bueno, lo malo y lo intermedio. Por cierto, dicho “punto intermedio”, también va a ser desechado por Dios, por cuanto no es de su agrado. La Palabra es bien clara y cruda:

Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Apo. 3:16.

Note que estas palabras no están dirigidas a personas inconversas, sino a una iglesia cuyos miembros creen que están viviendo una vida agradable a Dios, o se justifican a sí mismos con un “Dios sabe que soy débil; ¡Él me conoce y me perdona!” - reincidiendo siempre en sus faltas.

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Mateo 7:13-14.

Sin en verdad hubiesen dos caminos para ir al cielo: uno angosto que POCOS transitan, y otro más amplio que MUCHOS eligen por que está “más cool y fashion” ¿Cuál elegirías?

A semejanza del conductor que cité al principio, elegiría primero mi seguridad y de los míos. Elegiría el camino angosto. Que Dios nos conceda el discernimiento para distinguir estos tiempos.

Actualizado:
Gracias a Gaby, por acotarme el error involuntario en el título (hubiesen por hubiese). Mi coloquialismo guayanés me persigue. ;-)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola
pienso exactamente igual, algunas personas creen que lo principal es hacer lo que se dice según leyes o metodologías casi teóricas cuando realmente deberiamos analizar ver nuestra realidad y que reflejen bienestar hacia mi y hacia las personas que más quiero.. haced el bien para ti no para agradar a Dios, para estar tranquilos con nuestra conciencia y nuestra alma...
un abrazo saludossss

Anónimo dijo...

Pues yo tambien prefiero el angosto,el camino que siempre termina en la cruz.

Un gran saludo amigo.

Anónimo dijo...

¡Muy bueno! Gracias.

Anónimo dijo...

Chamo candela, te acabo de responder tu coemtario en este post

http://lumbrera.wordpress.com/2007/11/17/no-me-gusto-la-mas-reciente-produccion-de-jesus-adrian-romero/

Ahí me extendí bastante, en este solo te digo, gracias por entenderme, ¿No era tan díficil verdad?

Je JE

Te ví,
DTB

Anónimo dijo...

La primera vez que te visito pero me gusta mucho lo que dice. La oración de que no sigamos ampliando el camino angosto se queda en mis labios también. Muchas gracias por el post.