Estoy teniendo una breve ausencia para arreglar algunos cabos sueltos. Para mí estos han sido días de renovación y restauración.
Mencionaba en un post pasado, sin dar muchos detalles, que había visitado algunas iglesias y estaba en búsqueda de un nuevo sitio donde congregarme. La causa de esto eran las heridas recibidas en el camino. Es difícil en ocasiones integrar un equipo de trabajo donde hay diferentes visiones, diferentes caracteres, diferentes estilos. Tratar de mezclar todo ello y sacar un propósito homogéneo no siempre da los mejores resultados.
Había sido herido en el camino - y posiblemente - había herido a otros. Como sucede en muchos matrimonios, a veces se piensa que la separación es la mejor solución.
No obstante, ocurrió una circunstancia que ha cambiado mis proyectos “independentistas” por llamarlos de algún modo. Recibí la visita de mi pastor (a), un músico (b) y un líder de alabanza (c). Las letras son para no mencionar nombres, ya que no quisiera violar su privacidad. Nuestras relaciones no eran las mejores. Me sentí algo incómodo, sentí que no era el mejor momento para diatribas o discusiones, no estaba en mi mejor ánimo.
Nos sentamos casi sin decir palabras, “b” trajo una guitarra y me pidió que por favor tomara la mía. Sintonizamos rápidamente las afinaciones. Comenzaron a entonar un canto compuesto por ellos. Sentí como Dios se manifestaba. Seguimos con el canto “Con tu sangre” y posteriormente “yo te busco”.
No era el momento de hablar, sino de adorar, y fue un acuerdo tácito. Sentimos la fuerte ministración de Dios, y luego comenzamos a llorar y abrazarnos. Nos pedimos perdón por cualquier malentendido, y nos comprometimos a estar más unidos y dejar atrás los episodios pasados.
Estoy de vuelta otra vez en casa, y espero que las asperezas hayan sido suficientemente superadas. Cada día me convenzo más que Dios es muy bueno. Si somos capaces de doblegar nuestro orgullo, cosas maravillosas pueden ocurrir. Gracias Señor.
Mencionaba en un post pasado, sin dar muchos detalles, que había visitado algunas iglesias y estaba en búsqueda de un nuevo sitio donde congregarme. La causa de esto eran las heridas recibidas en el camino. Es difícil en ocasiones integrar un equipo de trabajo donde hay diferentes visiones, diferentes caracteres, diferentes estilos. Tratar de mezclar todo ello y sacar un propósito homogéneo no siempre da los mejores resultados.
Había sido herido en el camino - y posiblemente - había herido a otros. Como sucede en muchos matrimonios, a veces se piensa que la separación es la mejor solución.
No obstante, ocurrió una circunstancia que ha cambiado mis proyectos “independentistas” por llamarlos de algún modo. Recibí la visita de mi pastor (a), un músico (b) y un líder de alabanza (c). Las letras son para no mencionar nombres, ya que no quisiera violar su privacidad. Nuestras relaciones no eran las mejores. Me sentí algo incómodo, sentí que no era el mejor momento para diatribas o discusiones, no estaba en mi mejor ánimo.
Nos sentamos casi sin decir palabras, “b” trajo una guitarra y me pidió que por favor tomara la mía. Sintonizamos rápidamente las afinaciones. Comenzaron a entonar un canto compuesto por ellos. Sentí como Dios se manifestaba. Seguimos con el canto “Con tu sangre” y posteriormente “yo te busco”.
No era el momento de hablar, sino de adorar, y fue un acuerdo tácito. Sentimos la fuerte ministración de Dios, y luego comenzamos a llorar y abrazarnos. Nos pedimos perdón por cualquier malentendido, y nos comprometimos a estar más unidos y dejar atrás los episodios pasados.
Estoy de vuelta otra vez en casa, y espero que las asperezas hayan sido suficientemente superadas. Cada día me convenzo más que Dios es muy bueno. Si somos capaces de doblegar nuestro orgullo, cosas maravillosas pueden ocurrir. Gracias Señor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario