Nunca se me ha dado el género del rap o del reggaeton; quizá porque siento que no "mueve mi espíritu" (no me inspira a orar ni adorar). Pero muchas cosas están cambiando en nuestras iglesias, y tengo que reconocer que esta es una forma efectiva de llevar un mensaje a los jóvenes; de hecho, en ocasiones me encuentro disfrutando de sentir su alegría, compartiendo sus emociones. En este punto me pregunto hasta dónde estaremos dispuestos a llegar para atraer jóvenes a nuestras congregaciones; eso no lo sé. Lo único que lamento es que para los "más viejos" esto representa una incomodidad muy seria. ¿Se podrán adaptar?
He conocido iglesias que se han dividido por este concepto: una generación incapaz de aceptar las "nuevas formas" de alabanza, otra incapaz de doblegar sus impulsos o que no aceptan los "antiguos" patrones. Más allá de estas consideraciones, en lo personal, estoy dispuesto a "sacrificar mi oído" con tal de que otros puedan escuchar un buen mensaje. En ocasiones, como dije, ¡he logrado disfrutarlo! He aqui un video juvenil que gusta mucho. Triple Seven nos intrepreta "Victorioso". ¡Así sea!
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